Mark Roberts, un escalador británico de 47 años, estaba ascendiendo por la pendiente de la montaña nevada Snowdon, en Gales, cuando, de repente, perdió el equilibrio y cayó, deslizándose como si se tratase de un empinado tobogán lleno de rocas. ¡Descendió nada menos que 30 metros!
Roberts pudo grabarlo todo porque iba equipado con una cámara de vídeo GoPro en la cabeza. Al principio se observa cómo una bola de nieve cayó sobre él, justo antes de desplomarse.
Rápidamente fue trasladado al hospital en helicóptero, pero por fortuna no se hirió de gravedad. Tan sólo acabó con unas lesiones leves en el tobillo.
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